La Sabina o Enebro es una de las especies arbóreas más antiguas de la tierra.

En Soria y Teruel, junto a las huellas de los dinosaurios, se han hallado restos fósiles de sabinas. Hay diversas explicaciones para ello, pero la que resulta más llamativa es que ha desarrollado una capacidad brutal para sacar partido de la ausencia o del exceso de agua. La sabina puede sobrevivir durante varios años sin apenas agua. Y ello es posible porque es capaz de frenar su crecimiento en función de las precipitaciones. Los años en los que apenas llueve, la sabina se limita a crecer 0,1 milímetros al año. Pero cuando el año llega con agua, entonces crece todo lo que puede y más.

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