Ayuda a conservar

¿Cómo puedes ayudar a conservar tus parques y jardines....?

Elementos clave para mantener una buena calidad de vida en las ciudades y favorecer el bienestar de las personas.

JARDINES

PARQUES

ZONAS VERDES

ARBOLADO DE LAS CALLES

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Respeto al MEDIO AMBIENTE

Las ciudades que ofrecen calidad de vida a sus habitantes no sólo son aquellas que disponen de buenos servicios, sino que además impulsan y fomentan acciones transversales responsables con el medio ambiente, que se traduzcan en conductas sostenibles de la ciudadanía, como es el respeto de las zonas verdes.

  • La Organización Mundial de la Salud considera que los espacios verdes urbanos son imprescindibles por los beneficios que aportan en el bienestar físico y emocional de las personas.

    Son innumerables los estudios que son concluyentes en la conveniencia de tener árboles y espacios verdes cerca del hogar, espacios naturales en los que poder hacer ejercicio, dar un paseo o simplemente sentarse para leer, conversar o hacer cualquier otra actividad, ya que son tan necesarios para la salud, física y emocional, como el agua potable, los hospitales y otros servicios públicos.

    Su existencia en la ciudad resulta clave en la contribución de la mejora en la salud de la población. Actúan como pulmones que renuevan el aire polucionado, al tiempo que relajan y suponen una evasión necesaria para olvidar el hormigón, los coches y el ruido, contribuyendo a que tengamos una mayor calidad de vida.

    Las zonas verdes y el arbolado urbano de la ciudad regulan la temperatura, la humedad, producen oxígeno, filtran la radiación, absorben sustancias contaminantes, absorben el CO2, principal gas que contribuye al calentamiento global del planeta, amortiguan los ruidos, embellecen la ciudad, reducen estrés, además de constituir lugares de esparcimiento, recreo, ocio y paseo.

    El arbolado urbano permite mantener en el interior de las ciudades, una cierta proporción de elementos naturales, indispensables para el equilibrio psíquico de las personas, al mismo tiempo que mejoran la estética del paisaje urbano, creando un contraste de colores y de formas. Crean un espacio más confortable y amigable para el peatón, fomentando el caminar al resultar las calles más agradables.

    El arbolado es, además, un indicador estacional, al mostrar sus diferentes aspectos en cada época del año. Las personas que viven en las ciudades normalmente están rodeadas de un ambiente estático, siendo los árboles los que ofrecen aspectos como el color, el olor, el sonido, todos ellos cambiantes según las estaciones, induciendo a la ciudadanía a recordar los diferentes ciclos naturales. Los árboles proporcionan a las personas sensaciones de confort, ayudando a eliminar y liberar tensiones nerviosas o emocionales, y contribuyendo al equilibrio psicológico.

    Por otra parte, en la ciudad, los árboles son la estancia de una intensa actividad de aves. De hecho, el número de especies de pájaros varía en función de la diversidad arbórea del medio. Además de aves, los árboles cobijan y alimentan a una multitud de insectos y de pequeños animales que son necesarios para el buen funcionamiento de la cadena alimentaria y del ecosistema que configuran.

    Además, los árboles son los responsables de numerosos efectos notablemente positivos como la protección contra la incidencia de rayos solares en días calurosos sobre pavimentos y fachadas de edificios, la reducción de temperatura, de la fuerza del viento  y la regulación de la humedad relativa del aire. Además, los árboles, no sólo impiden que los rayos solares alcancen en verano los materiales pétreos de pavimentos y fachadas y, por tanto su calentamiento, sino que además enfrían y humedecen el aire debido al consumo de calor ambiental y la emisión de vapor de agua que se produce en el proceso de fotosíntesis, dando lugar a la sensación de fresco tan grata en los días fuertes de verano.

    En las proximidades de los árboles los días son menos calurosos y las noches menos frías ya que ayudan a reducir las diferencias entre temperaturas nocturnas y diurnas.

    Contribuyen en la mejora de la calidad del aire reduciendo la polución al eliminar CO2 del ambiente que utilizan para la fotosíntesis y eliminando los contaminantes en suspensión presentes con frecuencia en el medio urbano, a través, de su follaje, que permite filtrar el polvo y las partículas en suspensión del ambiente, que son arrastradas después al suelo por las lluvias. Las especies arbóreas sirven además de pantalla sonora a los edificios, al reflejar parte de los ruidos de la circulación de los automóviles.

La responsabilidad del buen uso, el disfrute y la conservación de los Parques, Jardines y zonas verdes de la ciudad recae no sólo en las personas que trabajamos desde el Ayuntamiento en su conservación, sino que es una responsabilidad compartida entre la propia ciudadanía y la Administración Local.

Desde el Ayuntamiento de Cádiz, a través del Área de Medio Ambiente, se trabaja para que la  ciudadanía pueda disfrutar del arbolado, los parques, jardines y demás espacios verdes de la ciudad, proporcionando a cada especie vegetal todos los cuidados necesarios para que estén sanas, manteniendo estos espacios en buen estado de limpieza y conservación, velando para que no constituyan ningún riesgo para las personas de nuestra ciudad, así como para las edificaciones e infraestructuras de la ciudad e impulsando la conservación y difusión del patrimonio vegetal de la ciudad.

Desde el Área de Medio Ambiente, queremos proporcionarte información y consejos útiles e invitarte a convertirte en un ciudadano o ciudadana responsable, implicándote en la conservación de las zonas verdes de Cádiz.

Como sabes, el agua dulce y potable es un bien cada vez más escaso y caro y, recuerda, la factura también la pagas tú con tus impuestos. Utiliza las fuentes para beber agua instaladas en los parques de forma responsable, evita su uso para otras actividades, como la práctica de juegos, o lavarse y procura el ahorro de consumo, tal como harías en tu casa.

En las fuentes decorativas, surtidores, bocas de riego, etc. no utilices el agua para beber, bañarte o practicar juegos.

También puedes informar al Ayuntamiento si observas fugas de agua en fuentes o sistemas de riego de estos espacios.

Utiliza siempre las papeleras públicas y contenedores para depositar los residuos. Si estos son arrojados en parques, jardines, alcorques o la vía pública, representan un foco de contaminación microbiológica que puede acarrear enfermedades y atraer a insectos como las moscas y mosquitos que pueden ser vectores de transmisión de enfermedades, además de causar un impacto visual y la contaminación de estanques y del mar, cuando son arrastrados por el viento.

¿Sabes que quitar un solo chicle del suelo cuesta alrededor de entre 4 y 6 veces su precio en el comercio? Recuerda que el gasto municipal destinado a la limpieza de parques y jardines, lo pagamos entre toda la ciudadanía.

Desperdicios como cáscaras de pipas o de otros frutos secos, colillas, envoltorios, latas de refrescos, etc., esparcidos en espacios públicos son conductas poco decorosas, hay que gastar dinero en recogerlos.

Estos gestos incívicos, son observados por los niños y niñas, que los reproducen instintivamente; simplemente imitan a quién teóricamente tendrían que educarlos. Se un ciudadano modélico.

Un problema de residuos, que merece especial atención, es el de las colillas de cigarrillos.   Los filtros están fabricados, en su mayoría, de acetato de celulosa, un material derivado del petróleo que no es biodegradable y puede llegar a tardar hasta diez años en descomponerse y que retienen productos tóxicos y cancerígenos del tabaco como plomo, cadmio, mercurio, fenol, amoniaco, alquitrán, nicotina, etc. El efecto contaminante puede durar en el entorno décadas y que con el paso del tiempo y la lluvia, se transferirán al suelo y al agua, contaminándolos y afectando a las plantas del entorno. Las lombrices y otros animales esenciales para el suelo son extremadamente sensibles al envenenamiento por cadmio. Pueden morir a muy bajas concentraciones y esto tiene consecuencias en la estructura del suelo. Además, las colillas que son arrastradas por la lluvia, llegan al sistema de saneamiento, donde entran en contacto con el agua y liberan sustancias químicas. Debido a su reducido tamaño traspasan los filtros de las depuradoras, alcanzan los cursos fluviales y el océano, donde pájaros, peces y otros animales pueden ingerirlos y morir al no poder digerirlos o acumular estas sustancias tóxicas (almejas, ostiones, gambas, erizos o peces), pudiendo llegar a introducirse en la cadena alimentaria y en definitiva, en nuestra alimentación.

Además, generan un impacto visual, por ser una de las basuras más abundantes y presente en prácticamente todas las localizaciones donde se encuentra el ser humano.

Las colillas no deben tirarse al suelo, ya que, las papeleras de nuestras ciudades no están sólo para depositar bolsas o papeles, sino que, de hecho, la mayoría de ellas cuentan con un cenicero donde poder apagar los cigarros y depositar las colillas en su interior. Si no es así, puedes apagarlas bien y depositarlas igualmente en las papeleras. En cualquier caso, si no disponemos de estos recursos, siempre podemos ir guardándolas dentro de una lata o cualquier otro recipiente que tiraremos posteriormente a una papelera.

Las plantas que viven en los espacios verdes

Los árboles y resto de plantas que viven en los espacios verdes son organismos delicados, que se han aclimatado a vivir en nuestra ciudad y que necesitan condiciones y cuidados adecuados para mantenerse sanos y poder desarrollarse con todo su esplendor.

El personal que se dedica a mantenerlos conoce las necesidades de cada planta y se esmeran en proporcionárselos, pero tú puedes colaborar también. Te pedimos que no arranques plantas, ramas, flores o frutos: son de todos, deja que los demás los disfruten también.

En cuanto al césped, éste, además de su función ornamental, ayuda a mantener la humedad del suelo para el resto de plantas y a evitar la erosión del suelo con las lluvias. No lo pises, no lo utilices para jugar o tumbarte en él, ya que lo dañarás, excepto en los parques que expresamente se autorice y evita también que tu mascota lo haga.

No dañes los árboles, gravando, pintando marcando sus cortezas, clavando objetos, atando a ellos ciclomotores, bicicletas, carteles o cualquier otro elemento o  trepando a los mismos y no viertas sobre ellos ningún producto que no sea agua, ya que puede resultar tóxico para ellos.

Aquí, se debe hacer especial hincapié en un problema que muchas personas desconocen: el efecto de la micción y defecación de nuestros perros.

Mientras dura el paseo, el perro orina en un poste, en una farola, en un árbol, en una fachada, en una rueda, en cualquier esquina, pero también lo hace en árboles, arbustos o césped. Esa es su manera de comunicarse, de decirle a sus iguales que ese, es su territorio, pero esto provocará un “efecto llamada” para otros perros que marcarán a su vez su territorio en los mismos puntos. El problema es que la orina tiene una alta concentración de nitrógeno y sales que hace que la planta se «queme» de manera similar al efecto de la fertilización excesiva.

Los parches marrones en el césped son evidencia de que uno o más perros tienen allí un lugar de baño favorito. Las hojas de una planta baja o arbustos con bordes dorados o un árbol que se esté “secando”, podrían ser víctimas de la micción continuada de perros.  Además, el efecto de la micción sobre el mobiliario urbano, como bancos, señales, bolardos, papeleras, semáforos, entre otros, produce la oxidación de los mismos.

Entonces, si tienes perro, ¿cómo puedes contribuir a evitar este problema?: evita que tu perro orine en alcorques con árboles, parterres, césped, mobiliario urbano y si no lo consigues, lleva una botella con agua y riega inmediatamente la zona donde lo haya hecho.

Procura que el animal miccione sobre el bordillo de la acera y preferentemente cerca de los imbornales de recogida de aguas pluviales, al ser la parte de la vía pública que más se limpia. Para ello, educa bien a tu perro y llévalo inmediatamente a un sitio donde pueda hacerlo sin causar daño. Poco a poco, tu perro se acostumbrará a que no puede orinar en el césped, alcorques, parterres o mobiliario urbano.

Otro de los aspectos que resultan un problema para la conservación de las zonas verdes , es el de las heces de tu perro. Una de las creencias más comunes es que los desperdicios del perro sirven de abono para jardines o jardineras. En realidad, estas son biodegradables, pero los perros, pueden desechar también bacterias o parásitos que pueden infectar a personas y a otros animales, causando problemas de salud.

Recoger las heces no sólo es necesario para mantener las ciudades limpias sino también para evitar problemas sanitarios ya que pueden contener parásitos, como el Toxocara canis, que puede causar una infección muy grave llamada Toxocarosis, la Giardia intestinalis   y bacterias patógenas como E. coli o Campylobacter.

Además, las heces pueden acabar contaminando el agua de estanques, lagos al ser arrastradas por la lluvia e incluso el agua potable, ya que al secarse se pulveriza y sus partículas viajan en el ambiente y pueden terminar en los alimentos que se consumen en la vía pública o, incluso, las podemos respirar.

Toparse con las heces de perros en la calle también es algo desagradable, no solo por el olor, sino por el riesgo de pisarlas, por lo que constituye también una falta de respeto hacia los demás ciudadanos no recogerlas y depositarlas en papeleras u otros contenedores de residuos.

Los animales que viven en los espacios verdes

Respeta a los animales que habitan en los espacios verdes, también es su casa. Cazar cualquier tipo de animal, así como espantar, e inquietar a las palomas, pájaros o cualquier otra especie de ave o animales, perseguirlas o tolerar que las persigan perros y otros animales, romper las jaulas y vallas e invadir los recintos en los que se encuentran los animales, causan muchos  perjuicios  a estos animales que conviven con nosotros en nuestros espacios verdes y nuestra en ciudad.

Recuerda también llevar siempre atado a tu perro, para evitar que moleste a otros animales, a las personas o que invada las zonas de plantas.

Otro gran problema que afecta a nuestras zonas verdes es la presencia, cada vez mayor de especies de aves exóticas introducidas, muchas de ellas competidoras de las especies de aves autóctonas de nuestros parques y que pueden llegar a diezmar sus poblaciones, desplazarlas e incluso provocar su desaparición.

Especies de aves como las cotorras, picos de coral o la estrilda, amenazan las especies autóctonas de nuestro ecosistema urbano, como el vencejo, la golondrina, el gorrión, el avión, el jilguero, ya que, una vez que se adaptan a vivir en la ciudad, tienen gran facilidad y rapidez a la hora de reproducirse, aumentando rápidamente su población y entrando en competencia con las autóctonas por el alimento, refugio y lugares de nidificación e incluso depredando puestas. Así, resulta de gran dificultad y muy costoso para el Ayuntamiento controlar sus poblaciones.

Por ello, puedes colaborar de varias maneras:

– No alimentes a palomas, gatos, patos, o gaviotas, ya que, si existe abundancia de alimento, las poblaciones de los animales que alimentas y también de las exóticas y otras que no pretendes alimentar pero que son muy competitivas, o incluso de roedores como ratas, podrían aumentar de forma descontrolada, produciendo riesgos para la salud de las personas, deterioro de edificios, arbolado, mobiliario urbano, etc.

– Evita la suelta y el abandono de tus mascotas en la calle cuando te aburras de ellas (loros, cotorras, canarios, serpientes, perros, gatos, roedores, conejos,…). Tu veterinario te asesorará sobre ello.

Protección de elementos escultóricos y monumentales y del mobiliario urbano

Bancos, papeleras, farolas, paneles de información, fuentes y, elementos escultóricos y monumentales de gran valor, complementan la belleza y la dotación de las zonas verdes, para que nuestras estancias y paseos sean aún más agradables.

Utilízalos adecuadamente y ayuda a su conservación y buen estado. No realices inscripciones o pinturas sobre ellos, o coloques pegatinas o los ensucies. Procura que los niños no depositen sobre los bancos arena, agua, barro o cualquier otro elemento que pueda ensuciarlos o manchar a los usuarios de los mismos y enséñalos a cuidarlos.

No utilices cerramientos, soportes de alumbrado público, mobiliario urbano o cualquier elemento existente, así como árboles en los parques y jardines para pegar carteles: además de que resulta poco decoroso, puede dañarlos. No repartas publicidad dentro de estos espacios, con suerte acabarán en las papeleras, pero alguno acabará ensuciando el parque. En tu casa no lo harías, ¿verdad?. Pues míralo como si estuvieses en tu jardín.

Las zonas verdes tienen también otra función muy importante: constituir reductos de relajación y tranquilidad que proporciona el contacto con la naturaleza. Además, no olvides que en ellos habitan pájaros y otros animales a los que no les gusta el ruido. Por ello, evita molestar a otros usuarios y a la fauna del parque con gritos, altavoces de sonido, botellones, etc. Y enseña a los niños a hacerlo también.

Determinados juegos de pelota puedan causar molestias o accidentes a las personas, daños y deterioros a plantas, árboles, bancos y demás elementos, artísticos y  decorativos de mobiliario urbano, en parques, jardines, paseos y plazas públicas. Además, pueden impedir o dificultar el paso de personas y perturbar la tranquilidad pública. Practícalos en lugares expresamente señalizados y delimitados para ello.

Muchos parques de nuestra ciudad tienen entre sus equipamientos juegos infantiles y elementos saludables para realizar ejercicios físicos para  adultos y jóvenes. Utilízalos siguiendo las instrucciones de uso y de edad apropiada para cada elemento y evita su deterioro por mal uso, pintadas, etc.

Los perros deberán ir conducidos por personas y debidamente atados con correa, salvo en las zonas que puedan acotarse para ello. Deberán circular por las zonas de paseo, sin pisar el césped y evitando causar molestias a las personas, o que se acerquen a las zonas de juegos infantiles.

Los árboles, plantas y los animales que viven en nuestra ciudad, también respiran y sufren por la polución del aire. Evita la utilización del coche privado para realizar pequeños desplazamientos (menos de 2 Km.), siempre que puedas. Tu salud te lo agradecerá y la calidad del aire de la ciudad también. Siempre puedes optar por andar, utilizar la bicicleta o el transporte público.

  • Como sabes, el agua dulce y potable es un bien cada vez más escaso y caro y, recuerda, la factura también la pagas tú con tus impuestos. Utiliza las fuentes para beber agua instaladas en los parques de forma responsable, evita su uso para otras actividades, como la práctica de juegos, o lavarse y procura el ahorro de consumo, tal como harías en tu casa.

    En las fuentes decorativas, surtidores, bocas de riego, etc. no utilices el agua para beber, bañarte o practicar juegos.

    También puedes informar al Ayuntamiento si observas fugas de agua en fuentes o sistemas de riego de estos espacios.

  • Utiliza siempre las papeleras públicas y contenedores para depositar los residuos. Si estos son arrojados en parques, jardines, alcorques o la vía pública, representan un foco de contaminación microbiológica que puede acarrear enfermedades y atraer a insectos como las moscas y mosquitos que pueden ser vectores de transmisión de enfermedades, además de causar un impacto visual y la contaminación de estanques y del mar, cuando son arrastrados por el viento.

    ¿Sabes que quitar un solo chicle del suelo cuesta alrededor de entre 4 y 6 veces su precio en el comercio? Recuerda que el gasto municipal destinado a la limpieza, de parques y jardines, en el presupuesto municipal, lo pagamos entre todos.

    Desperdicios como cáscaras de pipas o de otros frutos secos, colillas, envoltorios, latas de refrescos, etc., esparcidos en espacios públicos por conductas poco decorosas, hay que gastar dinero en recogerlos.

    Estos gestos incívicos, son observados por los niños y niñas, que los reproducen instintivamente; simplemente imitan a quién teóricamente tendrían que educarlos. Se un ciudadano modélico.

    Un problema de residuos, que merece especial atención, es el de las colillas de cigarrillos.   Los filtros están fabricados, en su mayoría, de acetato de celulosa, un material derivado del petróleo que no es biodegradable y puede llegar a tardar hasta diez años en descomponerse y que retienen productos tóxicos y cancerígenos del tabaco como plomo, cadmio, mercurio, fenol, amoniaco, alquitrán, nicotina, etc. El efecto contaminante puede durar en el entorno décadas y que con el paso del tiempo y la lluvia, se transferirán al suelo y al agua, contaminándolos y afectando a las plantas del entorno. Las lombrices y otros animales esenciales para el suelo son extremadamente sensibles al envenenamiento por cadmio. Pueden morir a muy bajas concentraciones y esto tiene consecuencias en la estructura del suelo. Además, las colillas que son arrastradas por la lluvia, llegan al sistema de saneamiento, donde entran en contacto con el agua y liberan sustancias químicas. Debido a su reducido tamaño traspasan los filtros de las depuradoras, alcanzan los cursos fluviales y el océano, donde pájaros, peces y otros animales pueden ingerirlos y morir al no poder digerirlos o acumular estas sustancias tóxicas (almejas, ostiones, gambas, erizos o peces), pudiendo llegar a introducirse en la cadena alimentaria y en definitiva, en nuestra alimentación.

    Además, del impacto visual que generan, por ser una de las basuras más abundantes y presente en prácticamente todas las localizaciones donde se encuentra el ser humano.

    Las colillas no deben tirarse al suelo, ya que, las papeleras de nuestras ciudades no están sólo para depositar bolsas o papeles, sino que, de hecho, la mayoría de ellas cuentan con un cenicero donde poder apagar los cigarros y depositar las colillas en su interior. Si no es así, puedes apagarlas bien y depositarlas igualmente en las papeleras. En cualquier caso, si no disponemos de estos recursos, siempre podemos ir guardándolas dentro de una lata o cualquier otro recipiente que tiraremos posteriormente a una papelera.

  • Las plantas que viven en los espacios verdes

    Los árboles y resto de plantas que viven en los espacios verdes son organismos delicados, que se han aclimatado a vivir en nuestra ciudad y que necesitan condiciones y cuidados adecuados para mantenerse sanos y poder desarrollarse con todo su esplendor.

    El personal que se dedica a mantenerlos conoce las necesidades de cada planta y se esmeran en proporcionárselos, pero tú puedes colaborar también. Te pedimos que no arranques plantas, ramas, flores o frutos: son de todos, deja que los demás los disfruten también.

    En cuanto al césped, éste, además de su función ornamental, ayuda a mantener la humedad del suelo para el resto de plantas y a evitar la erosión del suelo con las lluvias. No lo pises, no lo utilices para jugar o tumbarte en él, ya que lo dañarás, excepto en los parques que expresamente se autorice y evita también que tu mascota lo haga.

    No dañes los árboles, gravando, pintando marcando sus cortezas, clavando objetos, atando a ellos ciclomotores, bicicletas, carteles o cualquier otro elemento o  trepando a los mismos y no viertas sobre ellos ningún producto que no sea agua, ya que puede resultar tóxico para ellos.

    Aquí, se debe hacer especial hincapié en un problema que muchas personas desconocen: el efecto de la micción y defecación de nuestros perros.

    Mientras dura el paseo, el perro orina en un poste, en una farola, en un árbol, en una fachada, en una rueda, en cualquier esquina, pero también lo hace en árboles, arbustos o césped. Esa es su manera de comunicarse, de decirle a sus iguales que ese, es su territorio, pero esto provocará un “efecto llamada” para otros perros que marcarán a su vez su territorio en los mismos puntos. El problema es que la orina tiene una alta concentración de nitrógeno y sales que hace que la planta se “queme” de manera similar al efecto de la fertilización excesiva.

    Los parches marrones en el césped son evidencia de que uno o más perros tienen allí un lugar de baño favorito. Las hojas de una planta baja o arbustos con bordes dorados o un árbol que se esté “secando”, podrían ser víctimas de la micción continuada de perros.  Además, el efecto de la micción sobre el mobiliario urbano, como bancos, señales, bolardos, papeleras, semáforos, entre otros, produce la oxidación de los mismos.

    Entonces, si tienes perro, ¿cómo puedes contribuir a evitar este problema?: evita que tu perro orine en alcorques con árboles, parterres, césped, mobiliario urbano y si no lo consigues, lleva una botella con agua y riega inmediatamente la zona donde lo haya hecho.

    Procura que el animal miccione sobre el bordillo de la acera y preferentemente cerca de los imbornales de recogida de aguas pluviales, al ser la parte de la vía pública que más se limpia. Para ello, educa bien a tu perro y llévalo inmediatamente a un sitio donde pueda hacerlo sin causar daño. Poco a poco, tu perro se acostumbrará a que no puede orinar en el césped, alcorques, parterres o mobiliario urbano.

    Otro de los aspectos que resultan un problema para la conservación de las zonas verdes , es el de las heces de tu perro. Una de las creencias más comunes es que los desperdicios del perro sirven de abono para jardines o jardineras. En realidad, estas son biodegradables, pero los perros, pueden desechar también bacterias o parásitos que pueden infectar a personas y a otros animales, causando problemas de salud.

    Recoger las heces no sólo es necesario para mantener las ciudades limpias sino también para evitar problemas sanitarios ya que pueden contener parásitos, como el Toxocara canis, que puede causar una infección muy grave llamada Toxocarosis,  Giardia intestinalis   y bacterias patógenas como E. coliCampylobacte.

    Además, las heces pueden acabar contaminando el agua de estanques, lagos al ser arrastradas por la lluvia e incluso el agua potable, ya que al secarse se pulveriza y sus partículas viajan en el ambiente y pueden terminar en los alimentos que se consumen en la vía pública o, incluso, las podemos respirar.

    Toparse con las heces de perros en la calle también es algo desagradable, no solo por el olor, sino por el riesgo de pisarlas, por lo que constituye también una falta de respeto hacia los demás ciudadanos no recogerlas y depositarlas en papeleras u otros contenedores de residuos.

  • Los animales que viven en los espacios verdes

    Respeta los animales que habitan en los espacios verdes, también es su casa. Cazar cualquier tipo de animal, así como espantar, e inquietar a las palomas, pájaros o cualquier otra especie de ave o animales, perseguirlas o tolerar que las persigan perros y otros animales, romper las jaulas y vallas e invadir los recintos en los que se encuentran los animales, dar causan muchos  perjuicios  a estos animales que conviven con nosotros en nuestros espacios verdes y nuestra ciudad.

    Recuerda también llevar siempre atado a tu perro, para evitar que moleste a otros animales, a las personas o que invada las zonas de plantas.

    Otro gran problema que afecta a nuestras zonas verdes es la presencia, cada vez mayor de especies de aves exóticas introducidas, muchas de ellas competidoras de las especies de aves autóctonas de nuestros parques y que pueden llegar a diezmar sus poblaciones, desplazarlas e incluso provocar su desaparición.

    Especies de aves como las cotorras, picos de coral o la estrilda, amenazan las especies autóctonas de nuestro ecosistema urbano, como el vencejo, la golondrina, el gorrión, el avión, el jilguero, ya que, una vez que se adaptan a vivir en la ciudad, tienen gran facilidad y rapidez a la hora de reproducirse, aumentando rápidamente su población y entrando en competencia con las autóctonas por el alimento, refugio y lugares de nidificación e incluso depredando puestas. Resultando de gran dificultad y costoso para el Ayuntamiento controlar sus poblaciones.

     

    Por ello, puedes colaborar de varias maneras:

    – No alimentes a palomas, gatos, patos, o gaviotas, ya que, si existe abundancia de alimento, las poblaciones de los animales que alimentas y también de las exóticas y otras que no pretendes alimentar pero que son muy competitivas, o incluso de roedores como ratas, podrían aumentar de forma descontrolada produciendo desplazamiento de unos sobres otras, riesgos para la salud de las personas, deterioro de edificios, arbolado, mobiliario urbano, etc.

    – Evita la suelta y el abandono de tus mascotas en la calle de las mismas cuando te aburras de ellas (loros, cotorras, canarios, serpientes, perros, gatos, roedores, conejos,…). Tu veterinario te asesorará sobre ello.

  • Protección de elementos escultóricos y monumentales y del mobiliario urbano

    Bancos, papeleras, farolas, paneles de información, fuentes y, elementos escultóricos y monumentales de gran valor, complementan la belleza y la dotación de las zonas verdes, para que nuestras estancias y paseos sean aún más agradables.

    Utilízalos adecuadamente y ayuda a su conservación y buen estado. No realices inscripciones o pinturas sobre ellos, o coloques pegatinas o los ensucies. Procura que los niños no depositen sobre los bancos arena, agua, barro o cualquier otro elemento que pueda ensuciarlos o manchar a los usuarios de los mismos y enséñalos a cuidarlos.

    No utilices cerramientos, soportes de alumbrado público, mobiliario urbano o cualquier elemento existente, así como árboles en los parques y jardines para pegar carteles: además de que resulta poco decoroso, puede dañarlos. No repartas publicidad dentro de estos espacios, con suerte acabarán en las papeleras, pero alguno acabará ensuciando el parque. En tu casa no lo harías, ¿verdad?. Pues míralo como si estuvieses en tu jardín.

  • Las zonas verdes tienen también otra función muy importante: constituir reductos de relajación y tranquilidad que proporciona el contacto con la naturaleza. Además, no olvides que en ellos habitan pájaros y otros animales a los que no les gusta el ruido. Por ello, evita molestar a otros usuarios y a la fauna del parque con gritos, altavoces de sonido, botellones, etc. Y enseña a los niños a hacerlo también.

  • Determinados juegos de pelota puedan causar molestias o accidentes a las personas, daños y deterioros a plantas, árboles, bancos y demás elementos, artísticos y  decorativos de mobiliario urbano, en parques, jardines, paseos y plazas públicas. Además, pueden impedir o dificultar el paso de personas y perturbar la tranquilidad pública. Practícalos en lugares expresamente señalizados y delimitados para ello.

  • Muchos parques de nuestra ciudad tienen entre sus equipamientos juegos infantiles y elementos saludables para realizar ejercicios físicos para  adultos y jóvenes. Utilízalos siguiendo las instrucciones de uso y de edad apropiada para cada elemento y evita su deterioro por mal uso, pintadas, etc.

    Los perros deberán ir conducidos por personas y debidamente atados con correa, salvo en las zonas que puedan acotarse para ello deberán circular por las zonas de paseo, sin pisar el césped y evitando causar molestias a las personas, o que se acerquen a las zonas de juegos infantiles.

  • Los árboles y plantas y los animales que viven en ellos también respiran y sufren por la polución del aire. Evita la utilización del coche privado para realizar pequeños desplazamientos (menos de 2 Km.), siempre que puedas, tu salud te lo agradecerá y la calidad del aire de la ciudad también. Siempre puedes optar por andar, utilizar la bicicleta o el transporte público.

Si te consideras una persona concienciada y respetuosa con los parques, jardines y zonas verdes de Cádiz, ayuda a otras personas que conviven en tu entorno a conocer la importancia que tienen las  zonas verdes y a cómo conservarlas.

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