Lo hacen a través de raíces y hongos, estas conexiones permiten transmitir nutrientes, compuestos químicos y movimientos eléctricos lentos que advierten a otros árboles del peligro. Las plantas “sienten” aunque de manera diferente a los demás seres vivos y según varios estudios científicos hay especies que son capaces de “suicidarse” si las condiciones les son adversas.