Ciprés común
Cupressus sempervirens
El ciprés común o ciprés mediterráneo, es una especie arbórea de hoja perenne. De gran longevidad, existiendo ejemplares con más de 1.000 años.
Es original de regiones del Mediterráneo oriental, Grecia, Turquía, Chipre, Siria y Líbano.
Es un árbol de porte columnar que puede alcanzar una altura de hasta 30 metros y un diámetro de tronco de mas de un metro. Sus hojas se presentan en ramillos con forma de escama entre 2 y 5 milímetros de longitud. Forman un follaje denso de color verde oscuro. Las flores masculinas son cilíndricas de tono y lanzan el polen entre febrero y marzo. Las femeninas forman conjuntos de pequeñas piñas o conos de color gris verdoso que al madurar adquieren un aspecto leñoso. La floración se produce en primavera y la maduración se produce en el otoño del año siguiente de la polinización, cerca de 20 meses después.
El ciprés común fue muy cultivado en el mundo greco-romano, convirtiéndose en un elemento común del jardín mediterráneo. Los griegos lo consideraban como símbolo de la belleza femenina además de como funerario. En otras zonas el ciprés fue considerado como un símbolo de hospitalidad. En la antigüedad se plantaban a la puerta de una vivienda dos cipreses para indicar a los viajeros que la hospitalidad de la casa les ofrecía comida y cama durante unos días.
Su madera es dura, resistente e imputrescible.
En Cádiz destacan los cipreses del paseo principal del Parque Genovés con particular poda topiaria que le aportan la imagen más singular con la que se identifica el Parque Genovés. Destacan también los ejemplares de la Plaza de las Tortugas.