Planicies intermareales de fangos y bordes del Caño del Río Arillo
Las planicies intermareales del municipio de Cádiz se localizan en el saco interno de la Bahía, en la margen izquierda de la carretera que una Cádiz con San Fernando, y en las vueltas de afuera de las salinas La Dolores y Roquetas. Por otra parte, el Río Arillo es en realidad un caño de marea.
Éstas, son áreas de aguas someras, sujetas al flujo mareal y muy ricas en nutrientes, que son colonizadas por especies de plantas marinas muy productivas que posibilitan un rápido crecimiento vegetal y por tanto una pronta estabilización de los fangos, tanto algas como la Breza (Enteromorpha unza), la Lechugueta (Ulva lactuca) o el Codium tomentosum, como fanerógamas marinas (plantas marinas que presentan flores, frutos y semillas) que, de las cuatro especies presentes en Europa occidental, tres están presente en la Bahía; Cymodocea nodosa, Zostera noltii y Zostera marina. Entre sus funciones, cabe destacar el papel protector que ejercen frente a la erosión costera, su contribución a la mejora de la calidad del agua, el ser importantes zonas donde se secuestra el CO2 atmosférico así como albergar una alta diversidad biológica (constituyen zonas de refugio, cría y alimentación a una larga comunidad de organismos -peces, anélidos, moluscos, etc.- algunos de gran interés comercial en la bahía de Cádiz), aunque, debido a las presiones ejercidas por la aglomeración de la población en las zonas costeras y las presiones antropogénicas, estos ecosistemas marinos se encuentran en declive a nivel global.
En marea baja o bajamar, las distintas especies de aves limícolas (chorlitejos, correlimos, archibebes, agujas,…) las utilizan de comederos comiendo las presas que se encuentran enterradas en el fango, mientras los flamencos filtran el agua con su pico alimentándose de pequeños crustáceos que viven en el agua sobre el fango, como la artemia salina. En la pleamar es el turno de las aves que se alimentan de peces (ictiófagas), como cormoranes, charrancitos, charranes, águilas pescadoras, somormujos, gaviotas, garzas, garcetas,….
Lo mismo ocurre con los bordes de los caños mareales como el Río Arillo, límite natural que separa el municipio de Cádiz del de San Fernando.
En estas zonas tiene importancia el marisqueo, que se realiza principalmente en el saco interior de la bahía, libre o bien en los campos de cultivo de moluscos, como los existentes frente a las Salinas de La Dolores y La Roqueta.
En cuanto a las especies de invertebrados, que constituyen la base para la alimentación de aves limícolas (se alimentan en fangos) y peces , destacamos por su interés la gusana de sangre (Marphysa sanguinea), gusano de tubo (Diopatra neapolitana), Nereis diversicolor, la coquina de Cádiz (Scrobicularia plana), almeja fina (Tapes decussatus), almeja del ojo (Tapes aureus), el berberecho (Cerastoderma edule), la navaja (Solen marginatus), la cañailla (Murex brandaris), el burgaillo (Monodonta turbinata) y la galera (Upogebia deltaura).
En cuanto a los peces, existen más de 48 especies que pasan algunas fases de su ciclo vital en las marismas, tras las cuales retornan al mar para la vida adulta. Unas especies utilizan los caños sólo como zona de cría de los alevines, donde éstos encuentran alimento abundante y protección frente a los predadores, y otras los utilizan tanto para esta fase trófica como para el desove. Sólo algunas especies, como el pejerrey (Atherina boyeri), el gobio (Pomatoschistus microps) y el fúndulo (Fundulus heteroclitus) pueden considerarse especies sedentarias, que completan su ciclo vital en estas aguas. Por lo que respecta a las especies comerciales utilizadas en las instalaciones acuícolas de toda la bahía destacamos la dorada (Sparus aurata), lubina (Dicentratus labrax), baila (Dicentratus punctatus), lisa (Liza aurata), albur (Liza ramada), lenguado (Solea senegalensis) y mújol (Mugil cephalus) y galúa (Liza saliens).